Duele

El pecho apretado, me corta la respiración. Es como si de súbito, me exprimiesen el corazón.

30 días sin ti (prólogo)

Estoy cansada de intoxicarme con tus juegos y desplantes. Con esforzarme para captar tu atención. Dices querer lo que yo quiero. Más tus acciones gritan lo opuesto.

¿Qué en 21 días puedes transformar tu cuerpo? Me pregunto si también el corazón. Separaré 30 días para disfrutar de tu ausencia. Para limpiar el sistema de tu indiferencia.

Surcaré por otros rumbos y borraré los tuyos. Para llenar mis pulmones de un nuevo aire. ¡Qué mejor que explorar sendas desconocidas¡, para olvidarme de las heridas.

Reemplazaré nuestros instantes con horas de placer, que me hagan rejuvenecer. Aprovecharé esta, mi única vida; no hay tiempo para perder.   

Ejercitaré mi mente con verbos presentes, que me lleven a la acción. Recuerdos vanos, ¿de qué me sirven?, mejor dejarlos en el pasado.

El sonido de tu voz es canción que lastima. Notas nuevas quiero escuchar. Melodiosos tonos que me eleven al infinito. Que me hagan sentir, vibrar, volar.

Aunque el silencio desgarre mis oidos, y en noches frías te vuelva a necesitar. Recordaré que eres adicción, eres dañino. De ti me debo alejar.

Dietas «sin ti», no sirvieron. Un nuevo estilo de vida debo implementar. Quiero despojarme de tus toxinas. Volver a sentir, volver a amar.

Pensamientos cortos XIII